The Scarlet Hero
Chapter l
Fukase – HERO
En los tiempos antiguos hubo un reino muy pacifico llamado “Solaris”, un
mundo muy alejado de las guerras, no había ningún tipo de guerrero, soldado
y/o espada-chin cuidando la ciudad ya que no habían pleitos o peleas, si se
llegaba a haber algún problema se resolvía en competencias de cualquier tipo,
pero… eso termino cuando lo menos pensado sucediera no en la ciudad, sino en el
mundo entero.
Un hechicero que fue desterrado de diferentes ciudades del reino Solaris por
sus brujerías y hechizos malignos, que en verdad trataba de encontrar cura a
enfermedades y heridas mortales juro ante todo los pueblos vengarse de la forma
más inimaginable posible. “Azrael” el hechicero ya mencionado intentaba tener
contacto con el rey de las tinieblas al que llamaban “Lucifer” para tener un
pacto con el.
“Azrael: Hare lo que tú digas a cambio de que hagas sufrir al reino Solaris
por despreciarme”
El rey de las tinieblas acepto a cambio de un precio muy alto, si el
llegaba a morir iría al infierno no solo a estar toda la eternidad en el fuego,
también siendo comido por su perro guardian “Cancerbero” lenta y dolorosamente
sin fin destruyendo su piel y reconstruyéndose nuevamente para ser comido una y
otra y otra vez por toda la eternidad. Azrael estaba asustado, claro era de
esperarse pero su odio por Solaris era más grande que su miedo a la muerte asi
que acepto el trato y al cerrarse la comunicación entre ambos ocurrió lo que
era parte del trato, lo inimaginable, el cielo se tornó rojo como la sangre, se
abrió un portal tan oscuro como la noche donde comenzaron a salir monstruos,
animales deformes, bestias gigantes, demonios, bestias inimaginables,
pesadillas cumplidas por cada persona que habitaba el reino, y lo peor fue que
no solo Solaris vio ese evento apocalíptico, sino en todas partes del mundo se veía a simple
vista, no era el apocalipsis sino a lo que Azrael le llamaba “la venganza de
sangre” las bestias comenzaron a salir y paso lo peor, una de ellas ataco y mato instantáneamente a Azrael enviándolo directamente al infierno a cumplir su pacto eterno en las fauces de Cancerbero junto al fuego ardiente del infierno.
Todos los soldados y guerreros de la humanidad lucharon para acabar con el
desastre que algo desconocido había provocado, no tenía sentido lo que estaba
sucediendo, y lo peor era que no importaba lo que pasara, si te mantenías
escondido para toda tu vida en una cueva sobrevivías pero el tiempo récord de
una persona de estar en el exterior era de 10 a 15 minutos máximo prácticamente
salías y estabas muerto, los soldados uno por uno caían muertos y se creía que no habría nadie que detuviera esta masacre o le diera frente... o eso pensaron...
En el momento que se abrió el portal, muy lejos de las ciudades de Solaris,
un joven se ganaba la vida forjando hierro para nuevas armas de combate ya sea
espadas, lanzas, cuchillas, dagas etc. Fukase Sakashi el joven herrero solo tenía
una humilde casa en donde vivía con su amada novia esposa llamada Elizabeth de
Sakashi, ella trabajaba la tierra pero en sus tiempos libres Fukase la ayudaba
a cultivar, sembrar etc.
Bien volviendo al tema, ese día Fukase estaba terminando de forjar una
espada la cual le habían encomendado hasta que…
“Fukase: eh? que es eso” Fukase vio como el cielo se tornó rojo, cuando
Corrió a buscar a Elizabeth una de las criaturas ya se la estaba llevando
“Elizabeth: ¡Fukase ayúdame!
Fukase: Noooo Elizabeth no te abandonare”
Fukase solo alcanzo a tomar de la pata izquierda a aquel bestia que se
estaba llevando a la chica que más amaba en el mundo, pero Elizabeth hizo algo
que ni la mismísima bestia creería
“Elizabeth: amor mio, todo estará bien, sigue con tu vida, nunca te rindas
Fukase: espera ¿de que hablas? Seguiremos juntos no pienso dejarte ir…
espera… que haces… E..lizabeth? ¡ELIZABETH NO LO HAGAS!”
Elizabeth soltó los dedos de Fukase de la pata de la gran bestia que los
alejaba.
“Fukase: Noooo Elizabeth…” con lagrimas en los ojos pronuncio estas
palabras “….no te dejare sola… aunque tenga que ir al mismísimo infierno por ti…
¡TE ENCONTRARE!”
Tomando lo primero que encontró –una espada y un escudo- Fukase se armo de
valor en busca de Elizabeth sabiendo que en cualquier momento la podría encontrar…
o podría morir, batalla tras batalla, herida tras herida Fukase no podía contra
lo que encontraba en el exterior de las cuevas, ya que se escondía para pensar cómo
salir y encontrar un poblado donde encontrar más gente y luchar. Lo que más le
preocupaba era que no sabía nada sobre combate, solo sabía forjar espadas pero jamás
ha usado una para hacerle daño a alguien o a algo.
“Fukase: Maldita sea… soy un inútil… no se qué voy a hacer…
Elizabeth… quiero salvarte… pero no se dónde comenzar a buscarte
…mis manos… mis manos están temblando… ¿Qué?... ¿tengo miedo?”
Fukase callo de rodillas llorando diciéndose a si mismo
“Soy un cobarde… no merezco usar esta espada… y menos amar a Elizabeth”
“Elizabeth: Fukase ayúdame” escucha su voz en sus recuerdos
“Fukase: pero si yo no la busco ¿Quién lo hara?, nadie… nadie lo hara”
Se seca sus lágrimas para entonces decir lo que comenzaría lo que nadie
esperaba de un joven herrero, “su leyenda”
“Fukase: Si… tengo razón no se absolutamente nada de combatir con una
espada… si… no se hacia dónde ir para encontrarla y si… soy un cobarde… y tengo
miedo… pero eso no significa que deje de buscarla y mate lo primero que encuentre
en mi camino, tendré miedo… llorare mucho… pero jamas… jamas… me detendré… juro
por mi vida que ganare esta batalla infernal contra la oscuridad que arraso
este mundo”
Desde ese día, en muchas partes de Solaris los pobladores hablaban sobre
alguien que asesinaba a sangre fría a las bestias que se acercaban a los
humanos que salían de las cuevas… lo describían como un chico no mas de 22
años, “cabello rojo, ojos de fuego, espada y escudo, matando y matando lo que
se interpusiera en su camino” prácticamente creían que no era humano pero donde
atacaban a alguien el aparecia, lo apodaron “el despertar de la luz” otros le decían
“monstruo, asesino, bestia” pero nadie sabía que era un joven herrero que se
hizo valiente para encontrar a su amada, hasta que encontraron una roca donde
alguien escribió lo siguiente
“He tratado de mantener alejado a las bestias que rodean el reino, pero no
soy tan fuerte para lograrlo, solo espero que me brinden de su ayuda para destruir
la maldad que llego a este mundo para destruirnos, no soy un guerrero, no soy
un soldado, solo soy un joven herrero cobarde que le teme a las bestias que hay
en la tierra pero por amor a la chica que una de esas bestias se llevó, seco
sus lágrimas, tomo una espada y un escudo y está luchando con toda su alma, su
sangre, sus heridas y todas sus fuerzas para rescatarla, espero me perdonen si
no llegue a tiempo para rescatar a aquellas victimas de esas bestias, pero
mientras esté vivo y respire, luchare… ganare esta batalla infernal y aunque la
oscuridad me cubra no mirare atrás y juro por mi vida, no me rendiré.
ATT: Fukase Sakashi”